En un momento como el actual en el que el sector de la construcción en España está en plena transformación hacia un modelo más sostenible, desde la Asociación de Fabricantes de Viviendas Industrializadas de Hormigón en Altura (VIVIALT) defienden la apuesta por esta solución constructiva por parte de arquitectos, promotores, constructores y Administraciones públicas como la idónea para hacer frente al reto medioambiental.
Además, las múltiples ventajas que ofrece esta modalidad de edificación permitiría, según la asociación sectorial, dar una solución solvente al problema de la construcción de vivienda en nuestro país (tanto para su compra como para su alquiler) dada la rapidez con la que se construyen las viviendas industrializadas de hormigón en altura. Un problema habitacional al que se suma la construcción anunciada de miles de viviendas asequibles por el Gobierno de España en colaboración con las Comunidades Autónomas y cuyos plazos de edificación se verían enormemente reducidos con la solución constructiva que defiende VIVIALT.
Ventajas de la construcción industrializada
La construcción industrializada implica la prefabricación en plantas especializadas de elementos de construcción que se conectan una vez in situ, como, por ejemplo, elementos estructurales como pórticos, vigas pilares y muros portantes, paneles de fachada del edificio, tabiquería interior y revestimiento o los forjados y placas alveolares. Es por ello que la construcción industrializada de viviendas en altura ofrece importantes ventajas relacionadas con la calidad, productividad, seguridad, conciliación laboral, predictibilidad de plazos, sostenibilidad y durabilidad.
Y es que debido a que la mayor parte del proceso de construcción se realiza en un entorno controlado (en plantas prefabricadoras), se consiguen mejores calidades, se generan menos residuos y se reducen los riesgos laborales. Además, con el diseño prefabricado también existe la oportunidad de incluir una especie de flexibilidad “plug and play” que podría permitir que los edificios se adapten o modifiquen fácilmente para diferentes usos a lo largo del tiempo.
Añadido a todo lo anterior, los elementos de prefabricados de hormigón podrían diseñarse para el desmontaje y la reutilización de manera que un edificio podría ser deconstruido en partes para su reconstrucción en otro lugar o su redistribución para su incorporación en otros proyectos. Pero incluso si esos elementos no se reutilizan, los edificios serían más fáciles de desmantelar y eliminar de una manera más controlada, más limpia y de menor impacto ambiental en comparación con los edificios construidos y demolidos por métodos tradicionales.